Philip Seymour Hoffman m e m o r i a l

(Accede al vídeo de este relato a través del link a continuación:


http://vimeo.com/85807569



Casi han pasado 2 años desde  ¨ciega¨ en la ciudad del silencio, el anterior relato que viajó a India y volvió vacío de humo y lleno de incienso.

Desde el lado literario, atravesé el párrafo del silencio,  empecé a cerrar los ojos  para escuchar el fluído de mi salvia,  me alejé de la escena cotidiana por ser incompatible el dolor y el ruido, curé lo más profundo y el resto el viento y el olvido... así hasta hoy que vuelvo renovada  para seguir retratando pedacitos de la vida.

La herida, es la pérdida de un familiar único, mi padre, el protector, generoso en su legado humano.


El concierto que más me ayudó a liberarme fue el dedicado a Philip Seymour Hoffman m e m o r i a l.  Dicen que los duelos compartidos son menos dolorosos, se humanizan y dejan de gravitar como fantasmas sobre nuestras pesadas horas de vigilia y nostalgia.

Sentirse cerca de alguien, no implica lazos sanguíneos o maritales o materiales. Basta con sentir lo que la teoría de la mente llama empatía, facultad cognitiva que permite a las personas percatarse de las emociones ajenas, acercando distancias casi imposibles en ocasiones, o tangibles y físicas en otras, ... en cualquiera de los dos casos los lazos humanos se expanden, nos volvemos tridimensionales, porque no hay barreras para el corazón y la compasión.

En estos dos años de no existo... atravesé océanos salados y oscuros canales de preguntas sin respuestas, lágrimas con trayectorias infinitas... noches que intercalaban grises días, euforias infantiles, memorias desenfocadas y voces, su voz... 
Un día creí encontrar un tesoro que lo explicaba todo...un mapa de este viaje, con tránsitos detallados, pérdidas de vuelos y carreteras borradas por desiertos... busqué una parada, una estación, un puerto donde descargar, un lenguaje sin palabras, y una tierra que me abrazara mientras miraba las estrellas sin parpadear... busqué-CREÍ ENcontrar-no busco ya-JE ME LAISSE FAIRE, que dirían los franceses como voto de confianza al d e s t i n o.

CUANDO pienso en Philip Seymour Hoffman, ya no veo debilidad, veo valor, veo sufrimiento en su más artística expresión, veo lo que nadie puede ver, detrás del pantallazo y el surround system 8.0, ... veo la inmensidad dentro de una gota de agua, me sumerjo en lo más profundo de mí misma como si yo  fuera eso, una gota de agua que quiere fluir... fluir... 
fluir sin más.